Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los bloggers y redactores de contenido es escribir contenido optimizado para los motores de búsqueda, pero que también atraiga a la gente.
La optimización para los buscadores, o SEO por sus siglas en inglés, es un tema bastante incomprendido. Pero actualmente crear contenido SEO no es complicado, una vez que se entiende que escribir para las personas, para tu audiencia, es lo primero.
Tu contenido debe cumplir dos objetivos: primero, atraer al usuario final (clientes actuales y potenciales, lectores en general, etc.) y segundo, resolver un problema en particular. Pero, ¿cómo crear contenido que cumpla con esos objetivos? ¿Cómo se crea un contenido que se clasifique bien con Google y que también convenza a la gente? De eso se trata la redacción SEO.
No te preocupes si no puedes permitirte un costoso redactor SEO. Puedes lograr los objetivos del contenido siguiendo unas sencillas reglas.
El comportamiento de las búsquedas ha cambiado mucho desde los inicios de Google, a medida que los usuarios utilizan cadenas de búsqueda cada vez más largas. Así que cuando elijas un título para tu contenido, piensa muy específicamente en lo que tu público está buscando y cómo lo hacen.
Los títulos deben contener las palabras clave que esperas incluir en ellos. Deben ser muy específicos y adaptados al contenido y a la pregunta que esperas responder con el mismo.
A la hora de desarrollar estrategias de marketing de contenidos siempre se toma como principal prioridad a las personas (la audiencia) y el tono de voz de la marca.
Esto nos ayuda a determinar qué tipo de lenguaje usaremos al escribir, lo cual incluye las palabras específicas y al tono de las mismas.
Más importante que lo anterior, la audiencia también define el tipo de contenido que se creará, que debería ser el que la audiencia espera obtener como resultado de la búsqueda que los trajo a tí (listas, tops, artículos largos, infografías, etc.)
Dividir el contenido en secciones cortas ayuda al lector a concentrarse y los mantiene en la página durante más tiempo.
Los subtítulos también son estupendos, ya que Google reconoce a las palabras clave que aparecen en ellos con una mayor importancia que aquellas que están en los párrafos. Al hacer el contenido más digerible para tu audiencia, también ayudas a posicionarte mejor en las búsquedas.
A Google le encanta el contenido de formato largo, pero tu audiencia puede tener una idea ligeramente diferente. Si el contenido luce intimidante, muchos usuarios pueden volver a la página de resultados, lo que se conoce como rebote. Y esto no es bueno.
Si te toma 2000 palabras explicar algo que podría hacerse en menos de 1000, el rebote de tu audiencia puede perjudicar el posicionamiento. Esto no significa que debas escribir artículos cortos, sino que debes asegurarte de que sean atractivos y densos en la información que contienen.
En muchas circunstancias, al escribir sobre algunos temas, tus lectores querrán ver una imagen. Aunque las imágenes no necesariamente ayudan con la optimización para motores de búsqueda, sí ayudan a aumentar el compromiso del lector y el tiempo que pasan en tu sitio.
Si tus lectores llegan al final de tu contenido, es muy probable que quieran leer más sobre lo que escribes. Coloca al final de tus artículos algún formulario para continuar esa relación mediante una suscripción por correo electrónico.
Esto puede llevar la relación a otro nivel, y ser el comienzo de una bonita historia que, con suerte, te traerá más visitas de vuelta.
Todos estos consejos te ayudarán a escribir gran contenido mientras añades valor para tu audiencia, y simultáneamente mejorarás la optimización de tu sitio web para los buscadores. Como benéfico efecto secundario puedes incluso obtener una dirección de correo electrónico del cliente y quizás lograr una venta algún día.