A primera vista puede parecer que el blogging y copywriting son, en esencia, exactamente lo mismo. En ambos se utiliza la redacción para crear contenido que sirva al marketing. Pero en la práctica, son muy diferentes.
Ambos actúan como piedra angular del otro. Es útil pensar en ellos como dos caras de la misma moneda, con similitudes, pero también algunas diferencias claras.
Hasta hace poco tiempo, el copywriter se encargaba de todos los contenidos de marketing. Pero en la actualidad, un blogger de calidad puede valer su peso en oro. ¿En qué se diferencian la redacción de textos publicitarios y la redacción de contenidos? Exploremos un poco más.
Algunas de las campañas de marketing más conocidas surgen de las mentes de los copywriters, también llamados redactores publicitarios. El copywriting se centra principalmente en un objetivo directo: la generación de ventas.
Por lo tanto, la redacción de anuncios, correos electrónicos de ventas, landing pages, etc, entra directamente en el ámbito de estos profesionales. Un copywriter es un especialista en crear mensajes que venden productos o servicios.
El trabajo de un redactor publicitario es atraer a los lectores, informarlos y empujarlos por el camino de la compra mediante el uso de una combinación inteligente de titulares atractivos y párrafos impactantes capaces de convencer a muchos de comprar productos.
Los redactores publicitarios cuentan historias, pero lo hacen de una manera muy deliberada y comercial, aunque rara vez es obvia.
El blogger es un creador de contenido. Así que en pocas palabras el blogging se trata de escribir mucho contenido. Los bloggers gozan de la libertad para escribir todo tipo de contenido, usualmente en un formato de mayor longitud que un copywriter.
Cuando un blogger crea una pieza de contenido lo más probable es que esté considerando el uso de palabras clave para aumentar la relevancia del mismo. Por lo general, no hay ventas relacionadas directamente con este contenido, en el blogging se trata de conseguir lectores, lo cual indirectamente posiciona la marca para la que trabaja.
Aunque no directamente orientados a la venta los bloggers a veces tienen la tarea de guiar a las personas hacia un llamado a la acción (CTA o “call to action” en inglés), pero rara vez se trata de adquirir un producto. Este llamado a la acción puede ser una suscripción a un boletín electrónico o la descarga de un documento técnico o comercial.
Su trabajo es tan versátil, que sus habilidades pueden traspasar el propio blog, y dedicarse a otros tipos de contenidos largos. Entre estos contenidos están los whitebooks, los libros electrónicos, artículos de revistas y en otras publicaciones.
El estilo de escritura del blogger lo hace ideal para cuando se requiera generar grandes cantidades de textos de apoyo dentro de la estrategia de marketing de contenido de una empresa.
El redactor publicitario, o copywriter, tiene como trabajo ganar la voluntad de las personas rápidamente. A los bloggers rara vez se les asigna la misma urgencia. Bloguear es un juego a largo plazo, a veces muy largo.
Esto se debe a que los blogs son una forma de marketing de contenidos, que se enfoca en construir audiencias lenta y gradualmente para generar una capa de confianza. Esto se logra produciendo contenido gratuito y útil, y haciéndolo con regularidad.
Una vez que la confianza comienza a desarrollarse, algunos de esos seguidores probablemente se convertirán en clientes que pagan, ya sea en forma de ventas de productos o mediante suscripciones para acceder a contenido premium.
Entre otras diferencias, la especialización del copywriter es más alta que el blogger promedio. Usualmente se requiere un conocimiento mayor del lenguaje persuasivo junto con ciertas técnicas psicológicas, para lograr el tipo de redacción que genera ventas.