Millones de empresas y particulares compiten por la visibilidad en los buscadores y la atención de los lectores. Muchos de ellos escriben algo que se considera como “buen contenido”. ¿Pero qué hace que ese contenido sea «bueno»?
Es posible señalar el estilo de escritura, el público objetivo, la utilidad de la información, y otros factores subjetivos, pero hoy nos centraremos en un factor específico y objetivo; ¿Es la longitud importante para la calidad del contenido? Y si es así, ¿cuál debería ser la longitud ideal del contenido?
Obviamente, los diferentes tipos de contenido deben ser considerados de forma diferente; por ejemplo, las páginas centrales de una página web no necesitan tanto contenido como los artículos de tu blog.
Aun así, cada página necesita tener una cierta cantidad «mínima» de contenido, o de lo contrario esto tendrá un impacto en la relevancia y en el posicionamiento en buscadores. No hay una fórmula clara ni una respuesta única para la cantidad mínima de contenido que debe tener una página.
Algunas fuentes sugieren tener al menos 600 palabras de contenido en cada página, lo que le permitirá incluir múltiples variaciones de sus palabras clave objetivo y proporcionar una cantidad decente de información a sus lectores sobre casi cualquier tema.
Sin embargo, no es difícil encontrar una página de primera categoría que contenga tan sólo 300 palabras. Aunque la longitud del contenido está correlacionada con las clasificaciones más altas, en realidad hay otras variables que tiene una mayor influencia en las clasificaciones.
Sin embargo, podemos establecer que 300 palabras es un buen mínimo a tener en cuenta.
Hace unos años la compañía Moz realizó un estudio interesante. Analizaron el número de acciones sociales (compartir, me gusta, etc) y los enlaces que recibían más de un millón de piezas de contenido disponibles en la web. Los resultados son muy útiles para nuestro propósito.
Encontraron que existe una distribución desproporcionada de las acciones y enlaces. Más de tres cuartas partes del contenido no recibe ningún enlace ni acción, y la mayoría de estas acciones las acapara una minoría de textos. De igual forma determinaron que más del 80 por ciento del contenido poseía menos de 1000 palabras.
Sin embargo, de manera consistente, el contenido con 1000 palabras o más tiende a atraer significativamente más enlaces y acciones. Y este resultado también ha sido obtenido en otros estudios realizados por SEMRush.
En general, parece que cuanto más largo sea el contenido, mayores serán sus posibilidades de obtener una gran relevancia en los buscadores e interacción con las personas.
El hecho de que los artículos cortos tiendan a tener una clasificación más baja no significa que los artículos sean intrínsecamente malos. De hecho, algunos de ellos tienen grandes ventajas.
Para empezar, algunos usuarios prefieren leer contenido corto (ya sea por limitaciones de tiempo o de atención). Si parte de tu mercado objetivo prefiere artículos cortos, de menos de 500 palabras, podría ser desventajoso que publiques exclusivamente artículos largos.
Los artículos cortos también ofrecen respuestas mucho más concisas a las preguntas de los usuarios. Así que, si tienes la intención de optimizar el contenido para que tenga oportunidad de aparecer en los resultados destacados de Google, puede ser mejor idea un contenido corto y conciso.
Vale la pena señalar en este punto que lo que más importa no es necesariamente la longitud del contenido en sí, sino la cantidad de información disponible dentro de ese contenido, es decir su densidad.
Sucede que el contenido más largo tiende naturalmente a incluir más información (cuando está bien escrito). Pero un artículo de 350 palabras, densamente escrito, puede contener información más valiosa que un artículo de 1500 palabras.
Por esa razón, no es una buena práctica animar a los creadores a escribir contenidos solo tomando en cuenta la longitud. La ecuación no es tan simple.
Obviamente, la longitud es sólo uno de los muchos factores que podrían contribuir al éxito final de su contenido de una página. Aun así, es una cualidad importante a considerar. Entonces, ¿cuál es el enfoque correcto?
En general, el contenido más largo tiende a rendir mejor que el más corto, y las páginas de 1000 palabras o más son las que mejor funcionan. Sin embargo, las piezas de contenido más cortas (de alrededor de 400 palabras) también pueden funcionar bien, siempre y cuando estén escritas de forma densa e inteligente.
Por lo tanto, es aconsejable tener una mezcla diversa de diferentes longitudes de contenido a disposición de sus lectores, con una ligera inclinación hacia un contenido más largo, y siempre con el compromiso de publicar el mejor material posible, independientemente de su longitud.