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Es inevitable tropezarse con esta pregunta una y otra vez. Bien sea en algún foro, en páginas como Quora o directamente de personas que están comenzando (o quieren empezar) como redactores freelance. Y la respuesta, invariablemente, será cualquier cosa menos una cantidad precisa.
Porque cada redactor freelance tiene un precio diferente, siempre ha sido así y siempre lo será. Y esto, aparentemente, funciona bien para todos. Claro que siempre se aprecia positivamente alguna clase de guía o criterios para establecer el precio de un texto.
¿Qué determina el coste de un artículo o la tarifa deun redactor freelance en España? ¿Qué factores, aparte del económico, debes tomar en cuenta? ¿Cómo hacer que tus redacciones sean más atractivas y valiosas? Precisamente de todo esto va este artículo.
Cuando las circunstancias hacen que te preguntes cuánto cobrar, lo primero que debemos preguntarnos es: ¿Qué estoy cobrando exactamente? Hay muchas formas de establecer la extensión de un trabajo, y por tanto la tarifa a cobrar.
Las más comunes en el caso de los redactores freelance son:
Para redacciones ocasionales a nivel principiante o intermedio lo más común es cobrar por cada 100 palabras. Esto facilita los cálculos tanto para el cliente como para el redactor, al establecer una base común para comparar entre diversas opciones.
Esta es uno de los mitos que más daño hace a quienes buscan unempleo o trabajo como redactor freelance. La realidad es que el contenido en línea es actualmente más valioso porque puede ser visto, potencialmente, por mayor cantidad de personas.
Claro que un encargo para un medio impreso puede requerir estándares de calidad, ediciones y revisiones que pueden encarecer el producto final. Pero existen redacciones en línea que valen mucho dinero, aunque parezcan cortas en extensión.
Por ejemplo, los copywriters especializados en landing pages pueden cobrar tanto como 100 euros por cada 100 palabras. Por supuesto, esto ocurre porque se supone que estos trabajos creativos de redacción publicitaria pueden generar mucho dinero en ventas.
El dinero llama al dinero, por lo que pueden pagarte más cuando esperan ganar mucho más. En todo caso, no hay reglas en este mundo, e incluso cuando las hay, las excepciones están por todos lados.
El problema con un enfoque estrictamente basado en números (como el precio por X cantidad de palabras) es que no toma en cuenta el contexto. Una gran cantidad de factores, específicos no solo para individuos y clientes, sino para cada situación, pueden y deben ejercer presión sobre el precio del trabajo de un redactor freelance.
Digamos que está haciendo una investigación de mercado para un nuevo proyecto y descubriste que la tarifa para un redactor o escritor freelance en España debería ser de 15 euros por hora.
Antes de hacer una oferta por esa cifra, detente un momento y evalúa el trabajo como un conjunto. Al hacerlo, hazte preguntas como:
Dependiendo de cómo respondas a estas y otras preguntas similares, esa tasa de mercado puede subir mucho o, por el contrario, convertirse en un trabajo de muy bajo rendimiento económico. Eso ocurre porque ahora estás pensando en el valor, y no en el precio.
Trabajar por cuenta propia nunca ha sido algo sencillo. Uno de los primeros añadidos a tu nuevo estilo de vida es adoptar la autopromoción. Solo tú puedes darle el verdadero valor a tu trabajo y debes hacerlo de forma activa.
Lleva siempre registro de tus mejores trabajos, de tus logros personales. Mantén el contacto con tus clientes y trata de adelantarte a sus necesidades en lo posible. El contenido que has ayudado a crear está ahí haciendo su trabajo, y solo tú puedes valorarlo completamente.
Acá están algunos consejos para darle más valor a tus servicios:
El precio es un factor importante a la hora de realizar este tipo de trabajos, pero está lejos de ser el único factor.
Algunos trabajos valen tanto que el precio pasa a ser secundario. Otros están tan potencialmente cargados de peligros que solo una gran recompensa económica puede hacer que valga la pena.
Haz que el proceso de evaluación y conclusión sea lo más exhaustivo posible. Y no tengas miedo de compartir tus ideas con el cliente si te parece que es lo correcto. Hay cosas que el dinero no puede comprar.
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