Entendamos piezas de contenido como todos los recursos en tu página web o red social, en cualquier formato, es decir, texto, vídeo, e imágenes. Cada pieza de contenido tiene una finalidad y mientras cumplan con su objetivo todo estará bien… ¿o no?
Este es el problema, muchas veces creamos contenido para satisfacer unos parámetros preestablecidos y no porque vayan a agregar valor a nuestra página web. Esto ocurre en todos los ámbitos, si tenemos un canal de YouTube, montamos videos genéricos por subir algo, o creamos textos para cumplir con la cuota semanal, o, mucho peor, rellenamos nuestras entradas de blog con imágenes y videos que no suman.
Muchas veces, cuando tomamos este contenido prestado, no existe mayor problema, pero si estás generando contenido propio, debes ser consciente de su utilidad, pues su producción afectará tu presupuesto.
El valor es un constructo que usamos para definir lo que significa algo para nosotros. De manera general, y sin intención de aburrir, algo, material o inmaterial, puede tener un valor objetivo y otro subjetivo.
En el caso del contenido que creamos para internet podemos encontrar ambos valores. Un video de YouTube puede tener un valor objetivo si lo medimos desde la ganancia que nos deja, pero puede tener un valor subjetivo, pues puede ser útil para una audiencia o puede ser sobre un tema que nos mueva.
Incluso, como valor objetivo podemos mencionar aquellas piezas que se crean con el fin de instruir, es decir, libros, charlas, vídeos explicativos.
Es importante saber eso, pues sin importar el caso, el valor estará relacionado con un esfuerzo. Por ejemplo, de acuerdo con el valor que le dé un usuario a un libro que hayas creado, estará mas o menos dispuesto a pagar por él. Asimismo, entrar a leer tu blog o incluso realizar una acciones específica luego de hacerlo dependerá del valor asociado con la pieza.
Incluso darle «me gusta» a un video depende del valor asignado por la audiencia. Y esto solo nos lleva a una conclusión: todo lo que hagas debe tener la mejor calidad posible, solo así tendrá oportunidades verdaderas de éxito.
La primera referencia al valor del contenido proviene de su creador y suele ser subjetiva. Sí, por lo general solemos evaluar lo que creamos basados en nuestras expectativas y parámetros, pero eso no significa que sea valioso para el resto. La mejor estrategia para evaluar el valor de una pieza de contenido es que confrontes lo que tú consideras valioso con lo que la audiencia opina.
Por lo general, cuando usamos como estándar la calidad, se puede asignar un valor a la pieza, pero no un valor exacto, sino un grado en el que satisface la calidad.
Ahora bien, para aterrizar esta estrategia, lo que debes hacer es pensar, por ejemplo ¿cuán útil es este contenido para la audiencia? ¿cuán original es? ¿cuán bien desarrollado está? ¿qué tan sencillo es interactuar con él? ¿se adapta bien al tono y el lenguaje de mi audiencia?
Así, podrás ir evaluando si una pieza tiene valor, tanto para ser el centro de atención, como para complementar. Recuerda lo que te dije anteriormente, la suma de los contenidos que agrupes debe ser de mayor valor que la suma de esas partes por separados; si un video no aporta, no es necesario que lo agregares a tu blog.
Ahora veamos consejos específicos que creemos que te pueden ayudar a mejorar tus prácticas con respecto a la creación de contenido.
Existe una realidad que no podemos negar y es que no toda tu audiencia tiene los mismo hábitos y preferencias a la hora de consumir contenido. Esto te lleva a identificar los formatos más usados y producir la información de manera efectiva. Por ejemplo, si tu audiencia lee, pero una gran prefiere el contenido en audio, entonces deberás usar ambos formatos. Cuando el formato no es una imposición y existen opciones, la audiencia suele responder positivamente.
Al menos que sea una opinión, el contenido que crees debe partir de una base sólida y de datos comprobables. Si no conoces del tema, es mejor que te documentes antes de crear la pieza de contenido.
Este es un consejo pensado cuando tercerizamos nuestro contenido, si quieres que mantenga la calidad, debes elegir a un redactor que sepa investigar y analizar la información referente al tema que está tratando.
De preferencia, logra que tu contenido sea escrito por expertos, pero si no se puede, al menos haz un trabajo de investigación eficiente.
Yo puedo saber mucho de SEO y de contenido, pero si no logro transmitir la información, le restaré el valor a la pieza de contenido.
Por lo general, la información que se busca en internet no tienes fines formales o académicos, lo que permite que la educación sea dinámica y didáctica. Haz que todos los conceptos complejos sean sencillos, para eso necesita tener dominio sobre el tema.
Por lo general, los redactores más experimentados somos capaces de amenizar el tema para que se entienda y para crear engagement; suele ser una habilidad que se desarrolla con el tiempo.
Si tu idea de creación de contenido es copiar lo que ya está en internet, entonces no estás aportando valor a tu página web. Siempre existen formas de tocar los mismos temas de manera única, bien sea apoyándote de un formato especifico o explicándolo de una manera diferente.
No se trata de rebuscar o de inventar maneras para ser único, más bien se trata de analizar lo que ya está en internet y mejorarlo. En la mayoría de los casos, adaptarlo a tu audiencia es el mejor inicio.
Si le das a la audiencia lo que quiere, sabrás que el contenido será bien recibido. Existen herramientas para conocer cuáles son las búsquedas de los usuarios de internet, por lo que te puedes dar una idea del contenido que puedes crear.
Ahora bien, no crees contenido solo por satisfacer a la audiencia, la creación debe pasar por un proceso de revisión en donde determines si en verdad esa pieza te generará algún beneficio.
Puedes tener el mejor contenido de internet, pero si la gente no lo ve, es como si no existiera. El consejo es que crees una estrategia para difusión de este contenido con el fin de que sea encontrado por tu audiencia.
Si te fijas, que hayas optimizado lo que deseas producir te dará mas oportunidad de generar cierta viralidad, que hará que el contenido sea compartido entre las personas a las que les pueda interesar.
Estos son solo algunos de los consejos y estrategias para lograr crear piezas de contenido de verdadero valor, lo único que falta es que las pongas en práctica y que veas que tal te va.