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Es muy probable que estés aprendiendo estrategias en las que se maneje el marketing de contenidos y el SEO, por lo que es inevitable que se presente una confusión entre ambos términos, especialmente cuando deban combinarse para posicionar un producto.
Y es que, en el momento en que los usuarios realizan una compra en línea, lo primero que observan son las reseñas que hacen otros clientes.
No sorprende a nadie la desconfianza que tienen algunos usuarios al comprar un producto vía online, confiando plenamente a su vez en los motores de búsqueda.
Muchas empresas esperan que sus bienes y servicios aparezcan en los primeros lugares de cualquier buscador y, para ello, piden que su personal de marketing trabaje en función de optimizar los contenidos con palabras claves que sean pertinentes.
Esta es posiblemente la razón por la que el SEO y el marketing de contenidos se encuentran tan emparentados. Antes de adentrarnos en lo que es esta relación, vamos a analizar las definiciones de marketing de contenidos y SEO.
SEO proviene de las siglas Search Engine Optimization, que traducida al español significa optimización por motores de búsqueda. Es una técnica que facilita a los buscadores encontrar y clasificar sitios web de acuerdo con los resultados de lo que buscan los usuarios.
El objetivo principal del SEO es maximizar la visibilidad de los sitios web. En el caso del marketing de contenidos, es una técnica que consiste en la generación y difusión de contenido de interés, asegurándose de que sea creíble y de interés para el público, a fin de atraerlos con un producto que conecte con ellos.
El SEO suele centrarse en cubrir ciertas necesidades y requerimientos de los buscadores, a diferencia del marketing de contenidos que se especializa en proporcionar satisfacción a los usuarios.
Esto quiere decir que se hace contenido para que los usuarios se informen y no exclusivamente para los buscadores.
A pesar de que existen diferencias entre estos dos elementos, tanto el marketing de contenidos como el SEO llegan a complementarse a fin de lograr metas que beneficien a cualquier empresa que los aplique. Te mostramos lo que sucede ante esta fusión.
Una ley cardinal a la hora de posicionar un producto es que, cuando se crea contenido relacionado, la técnica de SEO será más efectiva. La relación entre el SEO y el marketing de contenidos está dada de la manera siguiente:
Sin embargo, las reglas del SEO cambian constantemente y las diversas compañías requieren incluir esta técnica combinada con el marketing de contenidos o con campañas en redes sociales.
Todo contenido que se crea hace posible que el SEO sea perfectible, mientras que las redes sociales contribuyen a la distribución del contenido y a la masificación de la visibilidad, además de lograr un alcance óptimo de cada artículo.
En el momento en que una empresa aplica una estrategia de posicionamiento de su sitio web, las expectativas suelen ser optimistas, pero rara vez se habla de la posibilidad de que las cosas salgan mal dentro de la estrategia.
El éxito de cualquier estrategia de marketing digital no es fácil de producirse. De hecho, está plagado de trabas que deben ser sorteadas y, por lo tanto, corregidas oportunamente.
En el momento en que se inicia una estrategia de marketing de contenidos con especial hincapié en SEO, se suele hablar de los posibles frutos que se generen durante los meses iniciales.
La meta es que el número de visitas crezca, las ganancias se incrementen de forma acelerada y las visitas compartan el contenido vía redes sociales y demás plataformas.
Se supone que las estrategias de posicionamiento generan muchísimas visitas en tan sólo meses. Se trata de una expectativa de importancia en toda campaña. El hecho de generar visitas suficientes para que los contenidos lleguen a todos los usuarios posibles supone una victoria.
Jefes de marketing y creadores de estrategias consideran que aplicar las mismas técnicas de forma repetida a lo largo del tiempo es una de las mejores maneras de asegurar resultados reales y relevantes.
Equivocadamente, se piensa que el trabajo de editores, redactores, tutores de marketing y generadores de información es fácil y la inversión requerida es mínima.
Se piensa que las estrategias de posicionamiento de páginas web funcionan en forma lineal en cada plataforma. La primera época del SEO se caracterizó en que los jefes de marketing notaron que los buscadores generaban ganancias considerables.
Todo esto ocurría cada vez que los usuarios querían obtener información de temas específicos buscando en ordenadores u otros dispositivos similares. Sin embargo, los tiempos no son los mismos y, por ende, las tecnologías se encuentran en evolución constante.
Los primeros resultados de cualquier estrategia de contenidos son lentos, y necesitan de vigilancia constante. En la vida real es poco probable que las campañas de posicionamiento proporcionen resultados gratos en el corto plazo.
Se necesita de tiempo, empeño y vigilancia permanente del trabajo, de modo que cada elemento de contenido pueda llegar a los usuarios, y les lleve a conocer de la mejor manera los bienes y servicios que se ofrecen.
Las visitas dependerán de la calidad de lo que se publica, así como la cantidad de veces que se da a conocer. El correcto manejo de las redes sociales también contribuye a potenciar la presencia de la empresa en internet.
Se requiere, en primer lugar, adaptarse a los cambios, ya que en la realidad se tendrán que utilizar procedimientos en función de la modalidad del contenido que se genere, los lectores a los que se quiera llegar y las tendencias procedentes de la web.
En la estrategia que se lleve a cabo, se deben considerar los cambios que se generen en el mundo digital de internet. Así, términos como “SEO Social” surgen haciendo énfasis en la importancia de las visitas por medio de estas aplicaciones.
Cada estrategia de posicionamiento dispone de distintas expectativas, muchas de las cuales son imposibles de lograr a corto plazo.
Por esta razón, el equipo que se encargue de diseñar las estrategias de posicionamiento debe permanecer atento a cualquier cambio, al feedback que se origine y a los primeros cambios, para que se cumplan los objetivos fijados, pese a que puedan tardar un poco.